Recuerdos históricos. Las relaciones que pudieron cambiar el baloncesto colomense

Artículo publicado el 18 de octubre de 2022

En la década de los 90, el panorama del baloncesto colomense estaba dominado por dos clubs nacidos por del mismo padre y la misma madre: CB Gramenet y CB Santa Coloma. Los primeros, continuadores del CB Santa Coloma histórico e inicial y donde las deudas económicas originaron el nuevo CB Gramenet, personificaban la competición con el equipo senior bien situado así cómo los equipos inmediatamente inferiores en categorías adecuadas, mientras que los segundos, herederos del CB Santa Coloma 84, se dedicaban a la formación en categorías que ya no llegaban en aquella época a senior. 

En aquella época, el Ayuntamiento de la ciudad promovió “ La Mesa del Baloncesto ” para intentar que el baloncesto se uniera para ser más fuerte. Hubiese sido la primera de las fusiones ciudadanas antes que las de Sant Adrià del Besós o Mataró, ya en el Siglo XXI. En la prensa deportiva colomense, veían que aquello no llegaría en ninguna parte, tal y como se publicaba en Coloma Esports:

“El baloncesto base en Santa Coloma se ha convertido en un tiempo hacia aquí en la manzana de discordia de dos clubs. Gramenet y Santa Coloma. 

Cruce de declaraciones están a la orden del día mientras que cada uno intenta hacer la guerra por su lado. Los ejemplos son evidentes y la consecuencia es que las distancias entre ambas entidades aumentan. El Santa Coloma extiende su mano para negociar pero se vincula al Barcelona. El Gramenet no tiene ningún problema pero dirige la Escuela de Baloncesto y también se vincula con un equipo de ACB, el Festina Andorra. 

Alguien puede decirnos que obtienen ambos del “divide y vencerás”, ¿por qué no juntan esfuerzos, para que sirve “La Mesa del Baloncesto”?”.

Ésta pequeña columna periodística resume de forma clara el talante del baloncesto colomense. Si volvemos a recurrir a la prensa, los representantes de ambos equipos no lo ponían fácil con sus declaraciones, imaginando puede que, ninguna de los dos clubs quería ceder ni un palmo de terreno de su hegemonía en el baloncesto colomense.

_{Fotografía del Vicente Sevilla publicada en Coloma Esports de un partido del CB Gramenet en la temporada 93/94}

Por ejemplo, Nacho García, Presidente de CB Gramenet, explicaba en las páginas de Coloma Esports, que “ es imposible coordinarnos con el CB Santa Coloma. Para ellos, los directivos del CB Santa Coloma, no quieren escuchar hablar del equipo senior. Su objetivo es enseñar a jóvenes, pero sin mayores pretensiones y cuándo les explican lo que cuesta un equipo senior se echan atrás y no hay nada que hacer”.

También el gerente del club, Antonio Gómez, opinaba:

“Las relaciones con el Santa Coloma están en punto muerto, desde hace meses , así que quiero coger la parte que me toca de responsabilidad cómo directivo del CB Gramenet. Puede ser, tanto directivos de un club como de otro club no hemos tenido el talante o la habilidad suficiente como para ponernos de acuerdo”. 

La respuesta por parte del Presidente del CB Santa Coloma, Emilio López, a las declaraciones de su homónimo de CB Gramenet, también fueron mediante el mismo medio de prensa:

“El CB Santa Coloma está dispuesto a sentarse cuando sea y dónde sea con el Gramenet para hablar del tema cómo se hizo el invierno pasado con la presencia del IME, el gerente Manel Pérez, reunión de la que salió una nueva convocatoria que el CB Santa Coloma está dispuesto a cumplir.

Nacho García llegó a la presidencia del Gramenet a inicios de la temporada 92/93 y cómo tuvo problemas para montar la base porque llegó un poco tarde. Nosotros le ofrecimos nuestra colaboración en este sentido. Tuvieron una reunión con él y su director técnico, en aquel momento, Ramon Grau, ya de entonces las relaciones fueron más que correctas ya que acordamos trabajar conjuntamente, ellos se responsabilizaban del equipo senior y nosotros de la base, pero finalmente este acuerdo no se llevó hasta el final y no fuimos su filial. 

En la temporada 93-94 se convocaron reuniones que no solucionaron nada y en una de ellas apareció su gerente, Antonio Gómez. No estuvimos de acuerdo con sus tesis y se enfriaron las relaciones entre los dos clubs”.

Qué hubiera pasado si en aquél momento, ambos clubes hubieran unido sus esfuerzos bajo los mismos objetivos y puede ser bajo el mismo escudo?. ¿Sería el baloncesto actual diferente?. ¿O sería puede ser un espejismo que se rompería cómo siempre ha pasado en el baloncesto colomense donde los grandes proyectos se terminan rompiendo por exceso de protagonismo?. 

Sea como sea, aquellos años 90 fueron un punto de inflexión que de haberse aprovechado, el presente sería muy diferente, y quién sabe si mejor o peor que ahora. Esto debe juzgarlo el lector.