Recuerdos históricos: Fulgor y muerte en la canasta colomense

Artículo publicado el 25 de enero de 2022

La historia del baloncesto de la ciudad en la elite es muy interesante, como interesante es este artículo, escrito por el actual director de El Mirall, Josep María Roca, el 18 de abril de 1995, en el desaparecido semanario deportivo Coloma Sports, con el título de “Fulgor y muerte de la canasta colomense” donde resume de manera magistral el baloncesto sénior de Santa Coloma hasta 1995. 

Este es el artículo íntegro incluido el resumen que acompañaba al artículo original.

La próxima semana puede hacerse efectivo el descenso del CB Gramenet a la Primera Catalana. El club colomense nunca ha conocido esta categoría aunque sí la conoció el CB Santa Coloma, entidad de la que han heredado los derecho históricos, pero no los deberes económicos. Tres cambios de nombre, siete presidentes y aún más entrenadores son el bagaje increíble de apenas once años de la historia del deporte colomense que llega a su final. 

La historia, vista desde fuera, puede resultar alucinante para el observador imparcial, Pero a esas características hay que añadir aún más circunstancias, que pese a todo, no han conseguido que Santa Coloma mantenga al baloncesto en la élite. 

Cuando Pere Antoja y Vicenç Redón firmaban en 1984 el acuerdo entre los dos clubes que iban a empezar esta historia se suprimía de un plumazo el equipo que el club colomense tenía en la Primera Catalana. Los Sevilla, Suárez, Chicharro, Guinart y compañía se quedaban sin poder jugar en su club de siempre. Llegaba el baloncesto del bueno, el Licor 43.

Aquesta marca de beguda alcohòlica patrocinava el CC Badalona que en fusionar-se amb al CB Santa Coloma configurava una nova entitat: el CC Santa Coloma, on les dues ces, sense punt, no significaven res. El club badaloní ja venia rebotat de la seva seu veïna. Allí va ser exclòs pel Cercle Catòlic, entitat que forjo, amb l'empresa Cotonifici de suport, l'entitat arribava a Santa Coloma amb un deute amagat que sobrepassava els 40 milions (pessetes).

Esta marca de bebida alcohólica patrocinaba al CC Badalona que al fusionarse con en el CB Santa Coloma configuraba una nueva entidad: el CC Santa Coloma, donde las dos ces, sin punto, no significaban nada. El club badalonés ya venía rebotado de su sede vecina. Allí fue excluido por el Círculo Católico, entidad que forjo, con la empresa Cotonificio de apoyo, la entidad llegaba a Santa Coloma con una deuda escondida que sobrepasaba los 40 millones (pesetas). 

Manel Comas en el banquillo y un equipo nacional de lujo compuesto por Quim Costa, Agustí Cuesta, Jordi Freixenet, Joan Pera, Miquel Pou y con dos internacionales de campanillas: Mike Phillips i Craig Dykema llegó a ocupar la cuarta plaza de la Liga. Era la locura en la ciudad que desataba al derrotar, en esa segunda temporada, por tres veces al Barcelona. Un humillante triunfo por 36 puntos obligaría al club azulgrana a prescindir del sempiterno Antoni Serra. 

Pero ese mismo equipo, capaz de lo mejor, se fue a pique la tercera temporada. El Licor 43 dejó de patrocinar. Los cobros se retardaron en exceso y la moral cayó. Aun así el descenso hubo de consumarse en el último instante en Huesca ante el Peñas.

Pero el problema del dinero había hecho estragos. Vicenç Redón ocupaba la presidencia aprovechando una enfermedad de Antoja, pero la desaparición de los “elementos” badaloneses no sirvió para nada. Los directivos empezaron a avalar préstamos que tuvieron que pagar los fiadores, muchos de ellos directivos y personalidades ciudadanas que poco o nada tenían que ver con el baloncesto. 

Un aval de 20 millones (pesetas) que concedió el consistorio fue la guinda de un pastel económico que llegó a engullirse decenas de millones (de pesetas) para mantener en la élite española un baloncesto que no generaba recursos por si mismo.

Quim Costa, uno de los referentes colomenses en la Llga ACB / Fotografia: acb.com

El Metro, ya con Rafael Oltra en la presidencia, y el traspaso de Pep Cargol al Real Madrid por 13 millones (pesetas) alargaron la agonía en Primera B, pero tampoco evitaron el salto adelante que hubiera significado el retorno a la ACB aprovechándose de la última ampliación se perdiera lastimosamente tras hacer lo más difícil  que era clasificarse en disposición de jugar el play-off con el factor campo a favor. 

Los colomenses fueron el único club que no logró el ascenso pese a tener esta ventaja. El Valencia aprovechó el regalo. 

Era el principio del fin. Antes de llegar a esa desafortunada eliminatoria, el club había perdido la unidad inicial que conservaba desde el principio. Una moción de censura no ejecutada dejaba fuera de la presidencia a Rafael Oltra y ponía el cargo en manos de José Cano.

El nuevo presidente incumplió casi todos los compromisos que había adquirido antes de acceder a la presidencia. El patrocinador que tenía en la recámara le falló, el dinero, pese a los avales que él y parte de su junta directiva se vieron a hacer no bastaron y el equipo directivo se rompió. 

Fue el momento para una gestora que presidio Joan Aloy durante varios meses y que no pudo evitar el descenso a Segunda División. En esta categoría se consiguió el patrocinio de Graningás, una empresa que no solo puso el dinero para el ascenso que se conseguía en Cartagena. También su propietario decidió acceder a la presidencia tras que el viejo club ya hubiera desaparecido. 

El CB Gramenet aparecía como un nuevo club que había comprado la plaza al desaparecido CC Santa Coloma. Era una forma de evitar acreedores de todo tipo. A pesar de empezar de nuevo, completamente limpio, el nuevo presidente, muy personalista, acabó siendo boicoteado por socios, aficionados y el nuevo equipo municipal. El descenso se había detenido comprando la plaza del Calella pero de nada sirvió.

En Segunda, con Nacho García de presidente, se basó en el control de gastos, en apurar presupuestos. Tampoco ayudó la suerte y tras salvarse del retorno a Primera Catalana el pasado año tras la retirada de La Seu de Urgell, esta temporada ha sucedido lo inevitable. 

Tres años sin realizar la preceptiva asamblea anual porque nadie la ha solicitado demuestran el escaso interés de la ciudad por tener un equipo entre la élite. La ascensión de Industrias García, y sobre todo, de la Gramenet (Fútbol), han hecho innecesario hinchar el baloncesto para que mantenga su estatus. 

Ahora, en Primera Catalana a volver a empezar. La base es el único camino posible en una ciudad con un técnico y cuatro jugadores ACB nacidos en ella y otros tantos más forjados en los equipos de la entidad que vuelve a la modestia de la categoría territorial.

Efemérides de una historia con final triste

1983 

El Licor 43 se desplaza a jugar a Santa Coloma como entidad independiente y acaba octavo en la Liga ACB tras perder con el Real Madrid

1984 

El CB Santa Coloma, fundado en 1948, llega a un acuerdo con el CC Badalona para que el club badalonés se afinque en la ciudad bajo el nombre de CC Santa Coloma y la presidencia de Pere Antoja (CC Badalona) y la presidencia adjunta de Vicenç Redón (CB Santa Coloma)

1985 

Un excelente cuarto lugar para el Licor 43, que vuelve a caer, en semifinales, ante el Real Madrid (2-0)

1986 

Sin patrocinador, el CC Santa Coloma desciende de categoría tras una parcial actuación arbitral de los colegiados en Huesca. Gano el Peñas 3-2.

1987 

El Metro Santa Coloma patrocina al CB Santa Coloma que, con el traspaso de Pep Cargol al Madrid, cubre la temporada, pero el déficit ahoga y el equipo acaba décimo en Primera B. Los 8 primeros no hicieron el preceptivo play-off y ascendieron los dos primeros de la liga regular. Al tratarse de un forfait claro, debieron ascender noveno y décimo. El Santa Coloma no reclamó. A finales de año, se promociona una moción de censura contra la junta de Rafael Oltra. Este deja paso al postulante, José Cano.

1988 

El nuevo presidente promete un nuevo espónsor que no llega y un dinero que tampoco aparece. Una reacción absurda del americano Dan Bingenheimer es el inicio del fin para el baloncesto de élite. Una técnica suya permite al Valencia ganarle al Metro la eliminatoria de ascenso. Era el año de la ampliación de la ACB y el equipo colomense fue el único que no supo aprovechar el factor campo. Acabó noveno.

1989 

Se pierde la categoría a costa del Tenerife en una dramática eliminatoria que cae del lado forastero en los últimos segundos de partido. Joan Aloy es presidente de la Gestora, tras una temporada nefasta en la que las deudas han llevado al Ayuntamiento a avalar un préstamo de 20 millones (pesetas) que la Caixa de Catalunya tendría que ejecutar en su momento por falta de pago del club. 

1990 

El equipo ha cambiado de nombre. Ahora se llama CB Santa Coloma. Ascenso a Primera B en Cartagena. Retorno a Primera B siendo subcampeón de Segunda ya con Graningás de espónsor y Pere Gran de presidente.

1991 

Temporada de transición con Lotus que se incorpora como patrocinador de la entidad. Aval municipal de cinco millones (pesetas) para avalar la fianza de diez millones (pesetas) que solicita la Federación. El Calella vende la plaza al club colomense que sigue en Primera B y el equipo pasa a llamarse CB Gramenet para tapar las deudas.

1992 

Otra temporada negativa deportivamente. El equipo vuelve a bajar a Segunda al desaprovechar con poca fortuna todas sus oportunidades. Económicamente, se salva gracias a la aportación personal del presidente y a que Lotus-Festina, el patrocinador, recibe cinco partidos televisados. Sin embargo, Pere Gran es boicoteado y sin él se pierde la opción de continuar. Accede a la presidencia Nacho Garcia.

1993-1995 

La nueva directiva trata de mantener un equipo equilibrado en la categoría, pero la mala fortuna le lleva al descenso a Primera Catalana.

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