Segundos de posesión. Fin de una etapa, inicio de una reflexión

Artículo publicado el 5 de junio de 2022

Ayer, fue oficialmente, el fin de mi carrera deportiva como entrenador. Mi último Memorial Josep Grau marcó el comienzo de una etapa lejos de los banquillos, más personal, y sobre todo deseada a nivel emocional, después de justo 35 años y 42 equipos de competición entrenados (sin contar el trabajo con las escuelas de baloncesto). 

Ayer, en la clausura del Memorial Josep Grau, de la mano de su presidente, Manuel Rico, recibí un inesperado homenaje, en relación a esta retirada de los banquillos. Pasadas 12 horas, y supongo que cuando aumente más el tiempo, mi agradecimiento seguirá creciendo por ese inmerecido reconocimiento. 

Este homenaje, con una espectacular camiseta de nueva generación de la entidad recordando mis 35 años de actividad en los banquillos, tiene el valor añadido de recibirá de mi gente, y eso es impagable.

Éste es, por ejemplo, uno de los motivos por los que, desde que empecé a entrenar, quería hacerlo en el Bàsquet Neus, un referente diferente en el baloncesto colomense, y por suerte lo pude hacer durante 5 de estas 35 temporadas entrenando, y por desgracia por mí, ha estado dentro del final de mi carrera deportiva, y por tanto, y tal y como lo comenté en las palabras de agradecimiento ayer, puede que no lo he podido vivir con la intensidad de hace 10 años. Sea como fuere, un orgullo pertenecer durante estas 5 temporadas a la familia azul. 

Son 35 años entrenando, y echando la vista atrás, puedo hacer una reflexión rápida y ver lo satisfactoria que ha sido para mí, ya que he tenido la libertad siempre de entrenar dónde he querido y lo que he querido, y para mí esto, ha sido un lujo increíble. 

Dicho esto, me gustaría hacer una reflexión, muy breve, con cuatro líneas básicas, sobre lo que ha cambiado desde que empecé a entrenar y hasta esta última temporada, 35 años después. Todas las opiniones son estrictamente personales, extraídas de mi experiencia personal en mi carrera deportiva. La descripción de esta evolución quiere describir, que no analizar, dónde estamos y dónde estábamos.

Concepto del baloncesto . Se ha perdido la perspectiva de lo que es el baloncesto, de su filosofía. Antes se trataba de una filosofía de conjunto, equipo. Ahora ha evolucionado, como lo ha hecho la sociedad, a un deporte, hablando de cómo se entiende ahora, no de cómo se hacía hace 35 años, hacia un concepto más digamos, "profesional". 

Los clubes . Los clubs ya carecen del alma que tenían antes. Los clubs ya no crecen juntos, sino que crecen en función del equipo que funciona de turno, digamos senior o alguna generación explosiva. No existe un trabajo lineal, dándole la importancia a todas las categorías, y un ejemplo muy evidente, es la pérdida de las planificaciones técnicas generales, que para mí es una herramienta imprescindible para la planificación a corto y largo plazo de un club. 

Federación Catalana de Baloncesto. La evolución de la FCBQ hacia un “profesionalismo” y por tanto hacia un baloncesto más elitista, ha perjudicado y está perjudicando al baloncesto desde hace bastante tiempo. La FCBQ ha perdido de vista el concepto de la promoción y se ha alineado con las categorías “para superar niveles” lo que margina y se evoluciona la esencia de nuestro baloncesto y es que los niños se diviertan jugando sin ningún tipo de presión en la su etapa formativa. 

Jugadores y su entorno . Los valores de hace 30 años hoy han cambiado mucho, al ritmo de nuestra sociedad. Los jugadores actuales, por lo general siempre, llevan incorporado el “yo” antes que el “nosotros”, lo que dificulta enormemente la labor del entrenador, y ahora todo el mundo, incluso los entornos de los jugadores y jugadoras, lo quieren todo ya, sin entender que todo tiene un proceso de tiempo y aprendizaje. 

Entrenadores . La evolución del entrenador es para mí la más preocupante de estos 35 años, ya que se ha ido derivando en la imagen de un entrenador más preocupado de ganar partidos y contentar al entorno, que de formar valores en los sus jugadores, a fin de conseguir deportistas y no ganadores a cualquier precio. Todo, en esta vida, tiene un proceso, y los entrenadores son los primeros que deberían saberlo y ponerlo en práctica, y eso creo, que es trabajo de los clubs que deben rebelarse ante el baloncesto actual y imponer la formación a sus entrenadores y en especial incorporar a su cuerpo técnico a gente comprometida y que quiera aprender.

De cada punto, podría estar hablando artículos enteros, pero creo que el concepto básico que quería transmitir ya está expuesto. Son 35 años donde la sociedad ha evolucionado mucho, y no necesariamente por bien, y el baloncesto, ha sido arrastrado en esa dirección. De todas las partes depende adaptarse a los cambios, no sólo los entrenadores que hemos vivido “el otro baloncesto”, pero si es cierto, que sería interesante que se escuchara a aquellos que acumulan miles de horas en las pistas de baloncesto. La experiencia es un grado o muchos grados. 

Desde aquí, un abrazo enorme a todos y todas los jugadores que entrenado, a todos los entrenadores con los que he trabajado y/o he competido, a todos los directivos de los clubes donde he tenido el placer de trabajar ya todas las madres y padres de los jugadores y jugadoras que he entrenado. Espero que me recuerde como un factor que siempre ha sumado, con mis aciertos y mis errores, y sobre todo que recordáis que siempre he sido honesto en este mundo. Gracias por estos 35 años de experiencia. 

David Parra

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