Reparto de minutos a canasta grande y mejora de la jugadora

Artículo publicado el 23 de junio de 2023 

Artículo publicado en la página web aprendebaloncesto en julio de 2018. 

En categoría mini y en infantil a baloncesto en España tenemos unas normas específicas de tiempo en pista de jugadoras. La finalidad última es que todas tengan participación y se utilice este tiempo para mejorar al deportista. 

¿Pero cómo se comporta el entrenador a partir de que no hay normas que restrinjan los minutos? ¿Qué estructuras utilizará en los partidos? Habitualmente lo que genera esta situación es un brutal desequilibrio en minutos en pista entre las jugadoras del equipo.  

Partimos de la idea de que, obviamente, todos disponen de los mismos minutos de entrenamiento durante la semana y que nuestras decisiones afectan a los tiempos en partido. Idea importante que transmite la posibilidad de que los crecimientos de las jugadoras se vean afectados, en parte, por las decisiones del entrenador en los partidos. 

A continuación les expongo una manera de repartir los minutos de partido, a través de dos simples principios, que agrupa, desde mi punto de vista, los siguientes beneficios: 

  •  La jugadora siempre tiene un mínimo de minutos en los partidos.     
  • Fomenta la cooperación y el sentimiento de equipo.     
  • Fomenta la competitividad, puesto que se busca ganar el partido.     
  • Invita a la jugadora a poner su talento al servicio del equipo, por lo que si cada jugadora hace mejorar al equipo, el equipo crecerá y será provechoso para mejorarlo personalmente.     
  • Todas las jugadoras se sentirán partícipes de la victoria o derrota.     
  • Crecimiento de las jugadoras a través del desarrollo de la compañera. 

Principio nº1 : La jugadora en el banquillo no mejora. 

Principio nº2: La posibilidad de que el equipo esté en posición de ganar un partido debe ser construida por todas las jugadoras.  

Estos dos principios son directrices para mi conducta en los partidos. 

A partir de ellos, la consecuencia coherentes para mí fue dividir el partido en dos partes, desde el inicio hasta el minuto 32 y del 32 al final, el 40. Un partido de 32 minutos y otro de 8. 

Un partido normal son 200 minutos. Cuatro períodos de 10 y 5 jugadoras en pista. 40 minutos en total, multiplicados por 5 jugadoras: 200 minutos. 

Así, mi primer partido tiene 160 minutos. Divididos entre 12 jugadoras que tengo dan un resultado de 13,3 minutos. 13 minutos y medio. Esto significa que todas las jugadoras deben jugar, como mínimo, 13 minutos y medio. 

¿Y las 8 restantes hasta el final del partido? En teoría, las cinco mejores jugadoras del día. O una combinación de las 7-8 mejores jugadoras. 

Siendo muy rígido con la idea: 7 jugadoras jugarían 13 minutos y 5, 21 minutos. 

Jugaríamos con el arco de tiempo en pista de 13-21 minutos. 

El siguiente cuadro comparo mi reparto ideal siguiendo este concepto, y otros repartos. He tomado cinco partidos de un par de selecciones españolas de categoría inferior durante este verano. 

En cada partido he anotado el número de jugadores que han jugado una cantidad de minutos en el margen correspondiente. En la primera columna, mi ideal, y en las otras cinco, lo que pasó en cada partido: 

Fotografia: www.ricardcasas.com

 Como veis se da un desequilibrio por dos razones: 

- Aunque el número de jugadoras que juegan más de 20 minutos es similar (5-6), lo que difiere es que, en la estructura ideal, se irían a 21 minutos, y en los partidos muchas de ellas 5 jugadoras pasan 25 minutos. 

- Si vamos a la parte de la mesa de menos minutos, el mínimo son 3 y el máximo 6, de jugadoras que no juegan más de 10 minutos. Poco tiempo para desarrollarlo. Además, en muchas ocasiones son entre 2 y 3 minutos o 5-6 minutos. 

"Partimos de la idea de que, obviamente, todos disponen de los mismos minutos de entrenamiento durante la semana y que nuestras decisiones afectan a los tiempos en partido. Idea importante que transmite la posibilidad de que los crecimientos de las jugadoras se vean afectados, en parte, por las decisiones del entrenador en los partidos" 

Estas estructuras son habituales en los partidos canteranos. Y no nos damos cuenta de que nos estamos echando piedras contra nuestro propio tejado (si lo que queremos es la mejora de nuestra jugadora, en consecuencia mejorar el equipo para estar en condiciones de poder competir), pues: 

- Por un lado, impedimos el desarrollo de un número elevado de jugadoras (entre 3 y 6), al dejarlas demasiado tiempo en el banquillo. 

- Por otro lado estás favoreciendo el desequilibrio en tu equipo entre las "buenas" y las "malas", y eso, inevitablemente, a lo largo de varias temporadas, te lleva a la derrota y el fracaso. 

- Se queman las jugadoras que más juegan. 

- Se está utilizando la metodología de "que suban unas hundiendo a otras". 

En la idea que expongo, también podríamos hablar de la calidad de los minutos: 

- Que los finales ajustados también les jueguen diferentes jugadoras para que acumulen experiencias de este estilo. Variar los quintetos finales. 

- Anotar el número de disparos, veces que se va al rebote ofensivo, u otra estadística que indicara el porcentaje de participación en el juego de una jugadora (pues puede salir 13 minutos y sólo estar "pululante" por la pista), con la idea de aumentar la implicación de todas, tanto en ataque, defensa, con o sin balón. 

Como resumen, intento mostrar un reparto de minutos que mejore la competitividad del equipo a través de la cooperación de las jugadoras, importando el resultado del partido y el desarrollo del deportista. 


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