Demasiadas cosas. Demasiado rápido

Artículo publicado el 5 de abril de 2023 

Artículo publicado por el entrenador colomense Daniel Barreña en su blog Jugant per la Vida, en septiembre de 2015. 

Dicen las leyendas urbanas de que volver a la rutina nunca es fácil. Pienso que no es más que uno de esos pensamientos tan extendidos culturalmente en ese pensamiento victimista que tan profundamente arraigado tiene nuestra sociedad. Un pensamiento que ya nos proporciona la excusa perfecta para no exigirnos desde el principio y rendirnos por debajo de nuestro nivel. 

Como todo, depende de muchas variables. Está claro que si tu trabajo no te gusta, volver a trabajar después de las vacaciones puede ser muy duro. Seguramente volver el lunes después del fin de semana también lo es, pero a más días fuera del trabajo más dificultad para volver. Cada uno que haga lo que considere puesto que lo que todo el mundo tiene claro es que no deja de ser una decisión personal. 

En lo que sí podemos estar de acuerdo es en cómo volver. Generalmente volver de forma progresiva a la actividad más habitual durante la mayor parte de nuestro tiempo puede ser el más recomendable. El hecho es que los cambios repentinos de actividad, en ambos sentidos, generan fácilmente estados emocionales alterados que pueden manifestarse de diferentes formas con las consecuentes afectaciones a nuestra habitual forma de pensar, sentir y actuar. 

Fotografia: Edukame

En la sociedad actual existe una forma de actuar muy generalizada que favorece caer en la excusa de "volver a la rutina no es fácil". Ésta no es otra que la gran variedad de actividades diferentes que muchas personas realizan y volver a incorporarlas todas ellas de repente a nuestras vidas. Si además añadimos lo extendido que está la multitarea en nuestras actividades, tenemos muy fácilmente un cuadro que puede llevar a un estado de estrés a la semana de volver. 

  "Las redes sociales cada vez atrapan más la atención y la participación de los niños. Los padres tenemos la responsabilidad de establecer las normas de uso y supervisar la actuación de nuestros hijos" 

No sólo hablo de los adultos, muchos niños pasan de estar de vacaciones con una flexibilidad (o falta) de horarios en prácticamente todo lo que hacen solos o en familia a una rigidez horaria descomunal en todo lo que hacen prácticamente de un día por el otro. Si a los adultos les cuesta…. 

Tenemos mucha tendencia a llenarnos las horas del día. Si lo haces porque quieres adelante. El problema es que muchas veces estas actividades no están en consonancia con lo que realmente nosotros queremos hacer. Y eso, en determinados momentos nos genera demasiados dolores de cabeza de golpe. 

Prioriza y date tiempo. Por mucho que lo pienses, no todo es importante y no todo es urgente, no debes volver a todo la primera semana, quizás ni la segunda o ni siquiera el primer mes. No te engañes, ya lo sabes pero no actúas teniendo conciencia de ello. Toma conciencia, elige lo que quieres hacer y en qué quieres invertir tu tiempo y todo lo dependa de ti, incorporarlo de forma progresiva. 

Deja el victimismo de vacaciones. Cada cosa en su momento y cuando decidas. 

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