¿El deporte tiene el mismo valor para todos?

Artículo publicado el 19 de marzo de 2022 

El martes, se publicó aquí, en www.territoribc.com, un artículo de la serie Recuerdos Históricos, donde se explican momentos históricos del baloncesto colomense, y que tuvo el nombre de “Recuerdos históricos. Un informe de hace 30 años puede parecer actual”.

En este artículo, se recuperaba un artículo de la publicación “Mes Coloma”, donde se hablaba de que Santa Coloma, según un informe municipal estaba por encima de muchos municipios en lo que se refiere a instalaciones deportivas, en el año 1991, y la publicación colomense no lo ponía en entredicho pero si la poca utilización de estas instalaciones. 

31 años más tarde, todo ha cambiado mucho. Desde el concepto del deporte hasta la forma de hacer deporte, más individual en estos momentos, o el apoyo general que se da al deporte en esta ciudad.

En este informe se decía que los espacios y pabellones cubiertos en la ciudad, en 1991, eran 106, y que las instalaciones polideportivas al aire libre eran 79. Bien, a día de hoy, ni inflando cómo se hincharon los números en aquella época (se sumarían pequeños gimnasios o pistas polideportivas con techo y se tendrían en cuenta los colegios de la ciudad, ahora ya fuera del alcance del Ayuntamiento al ceder la gestión de las pistas de los colegios a las AMPAS), nos acercamos a los números de 1991.

 Una de las instalaciones de la ciudad: El Pabellón del Raval / Fotografia: Fuente desconocida

Hagamos recuento. ¿Cuántos pabellones cubiertos hay en la ciudad?: Polideportivo de La Bastida, Juan del Moral, Polideportivo del Raval, Polideportivo de La Colina y Pabellón Nuevo, y si alguien quiere hilar fino, las pistas de Prat de la Riba, que se encuentran en un estado difícil de entender. Ahora, la siguiente pregunta: ¿Cuántas entidades deportivas hay en la ciudad, que necesiten instalación para su práctica? Según el censo publicado en la página del Ayuntamiento ( www.gramenet.cat ), hay 4 entidades de Atletismo (que lucharon muchísimo para poder tener su instalación), 3 de Balls de Saló, 5 de baloncesto , 1 de Billar, 7 de fútbol, 6 de fútbol-sala, 3 de Artes Marciales y 3 de patinaje. De esta lista se han excluido entidades privadas con Gimnasios o Complejos Deportivos de tipo privado o deportes que no necesitan instalación cubierta como el ciclismo o la petanca.

"En este informe se decía que los espacios y pabellones cubiertos en la ciudad, en 1991, eran 106, y que las instalaciones polideportivas al aire libre eran 79. Bien, a día de hoy, ni inflando cómo se hincharon los números en aquella época (se sumarían pequeños gimnasios o pistas polideportivas con techo y se tendrían en cuenta los colegios de la ciudad, ahora ya fuera del alcance del Ayuntamiento al ceder la gestión de las pistas de los colegios a las AMPAS), nos acercamos a los números de 1991"

El informe de hace 31 años debería tener un homólogo actual, un informe sobre las actuales instalaciones y su utilización, y esta propuesta no tiene ningún objetivo oscuro ni crítico, sino que sería muy interesante saber cuáles y cuántas instalaciones tenemos en nuestra ciudad, y en especial en relación a nuestro baloncesto. Es evidente que no, hemos perdido por el camino Can Sisteré y el Pabellón Nuevo, y cinco clubs que están en cuatro pabellones, ¿no explica nada positivo del baloncesto colomense en cuanto a su protección, porque queremos protegerlo o no?. 

El diagnóstico inicial es más complicado de lo que parece, y quizás una revolución no podría ser el factor principal que lo sanee todo pero cierto es que es necesaria la actuación de todos los actores que intervienen y el Ayuntamiento es uno de los principales, y si no se quiere involucrar en esta revolución necesaria, a ser posible un factor externo que marque el camino, y el primero de todos es facilitar unas instalaciones a la altura del deporte, en este caso el baloncesto, de la ciudad. Y si el baloncesto no está a la altura de estas instalaciones deberemos plantear la revolución sin excusas y con muchos argumentos.

La realidad pues, es que no tenemos en la ciudad la cantidad de instalaciones que se decía tener hace 31 años pero ni mucho menos tenemos cubierta la demanda y eso lógicamente, impide que el deporte y en este caso el baloncesto, crezca y que ahora se mantiene gracias al trabajo de unos pocos valientes que hipotecan su tiempo libre. Y esto da paso a la siguiente, importante y última pregunta: ¿el deporte tiene el mismo valor para todos?. Una respuesta de todas las partes implicadas no estaría mal.

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